JAMÓN IBÉRICO Y PIMENTÓN DE LA VERA

JAMÓN IBÉRICO
Extremadura, con cerca de un millón de hectáreas de dehesa, posee el mayor núcleo de ecosistema, habitat ideal para el desarrollo del cerdo ibérico, del cual es también el primer productor. El cerdo ibérico es único en el mundo porque en sus músculos y bajo la piel se producen infiltraciones de grasa insaturada, y su alimentación es básicamente de bellotas de encinas y de alcornoques e hierbas de las dehesas de  Extremadura, donde el cerdo campea con libertad.
Entran en la "montanera" , donde serán marcados los cerdos, en el mes de Octubre, y camparán libremente por las dehesas hasta los meses de Enero o Febrero. Por último, para obtener el auténtico Jamón Ibérico su sacrificio se lleva a cabo entre los meses de Enero a Marzo.
El jamón ibérico es la vianda más representativa y tradicional de los españoles y su carne rica en ácidos grasos insaturados hace del jamón ibérico un alimento beneficioso para nuestra salud. Una vez en emplatado esta vianda se convierte en una delicatessen, que permite a los paladares más exigente poder disfrutar de un embutido único y reprentativo de la tierra extremeña.

El jamón ibérico de bellota es beneficioso para la salud cardiovascular, ya que según varios estudios los ácidos grasos mono insaturados que contiene ayudan a disminuir los niveles de colesterol, reduciendo el riesgo de sufrir patologías de este tipo. De hecho, aunque la grasa de cerdo aparece en las tablas de composición de alimentos con una elevada cantidad de ácidos grasos insaturados, en el caso del cerdo ibérico y debido a sus particulares condiciones genéticas y de crianza, su composición en ácidos grasos es tan alta que el catedrático Grande Coiván se refirió a este animal como "un olivo con patas". Y es que entre los ácidos grasos mono insaturados que contiene destaca el ácido oleico, que es el componente habitual del aceite de oliva. Además, entre otras propiedades, el jamón ibérico de bellota contiene gran cantidad de hierro, calcio y vitamina D, que son fundamentales para el crecimiento y fortalecimiento de los huesos.
 
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PIMENTÓN DE LA VERA

El cultivo de pimiento para Pimentón es introducido en La Vera en el siglo XVI por los monjes Jerónimos del Monasterio de Yuste. En el año 1556 Carlos I de España y V de Alemania decide retirarse al Monasterio de Yuste para hacer en él vida monástica y es donde pasa sus últimos días. Tradición y sabiduría se dieron la mano para acunar, desde la infinita calma del monasterio, el más preciado tesoro que los Jerónimos podían regalar a los sentidos.
 
En la Vera, el pimiento para pimentón goza de un microclima privilegiado para su desarrollo natural, mecida por las abruptas cumbres de Gredos, junto a los cursos de las gargantas y las ricas vegas bañadas por el rio Tiétar.
 
Los pimientos cultivados son de la especie “Capsicum annum” y las sub-especies cerasiforme y longum que dan lugar a tres tipos de Pimentón: Dulce, Agridulce y Picante.
 
El Pimentón de la Vera se obtiene de la molturación de pimientos maduros y secos. Estos Pimientos se secan con leña de encina y roble , aportando el calor necesario para la perfecta deshidratación de los frutos, lo que confiere al Pimentón de la Vera sus tres características principales: AROMA, SABOR y ESTABILIDAD DE COLOR.
 
AROMA Y SABOR: se obtiene gracias al tradicional sistema de secado al humo.
 
ESTABILIDAD DE COLOR: consecuencia del alto grado de fijación de carotenos que se produce en el pimiento a lo largo de su cultivo en el microclima de LA VERA y en el proceso de secado.
 
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