SEMANA SANTA EN EL MUNDO

La Semana Santa es la conmemoración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Se trata de la fecha más importante en los países cristianos: solemnidad, gravedad y celebración se unen de una manera curiosa y dan lugar a multitud de curiosas celebraciones. Ahí van algunas.
En Puerto Madryn (Argentina) se realiza un singular vía crucis (rememoración de los momentos vividos por Jesucristo hasta su crucifixión y sepultura): una procesión submarina en la que varios buzos portan una cruz bajo el mar.
En la localidad filipina de San Pedro de Cutud cada Viernes Santo se crucifican a diez hombres, haciendo uno de ellos de Jesús. No se trata de una escenificación cualquiera pues a los penitentes se les clava de verdad a la cruz con largos clavos. 
En Florencia (Italia), cada Domingo de Resurrección tiene lugar un complejo rito: Seis bueyes blancos llevan hasta la Basílica de Santa Maria del Fiore un carro construido en 1679 cargado de fuegos artificiales. Desde el altar mayor hasta el carro se tiende un cable porque el que bajará una paloma mecánica que prende la mecha de los fuegos artificiales.
En otros países también se celebra la Semana Santa o Pascua de un modo más profano, pero igualmente curioso.

En Noruega desde 1923 estos días están ligados a las historias policíacas y de asesinatos. Las ventas de novelas negras se disparan, televisión y radio emiten series de relatos de intriga y hasta en los cartones de leche se pueden ver cuentos de detectives. Al parecer todo comenzó con la promoción de una novela de misterio cuyo argumento tenía lugar durante los días de Pascua.
En Suecia y algunas partes de Finlandia el Jueves Santo se celebra una especie de Halloween: los niños, disfrazados, acuden a las casas en busca de golosinas. Según una leyenda de la zona, las brujas volaban a una montaña de Alemania el jueves anterior a Semana Santa para divertirse con Satanás. Momento que aprovechaban los habitantes de los pueblos para hacer fogatas y conjuros para que no volvieran.
Pero quizá la tradición más curiosa es la de los huevos de Pascua. ¿Qué tienen que ver los huevos y los conejos con estas fiestas?
La respuesta es fascinante: la costumbre de comer huevos al finalizar el invierno podría venir de la Edad de Hielo, época en la que los humanos primitivos recolectaban huevos de los nidos de las aves que volvían en primavera desde el sur. Añadidle a eso el conejo como símbolo de fecundidad y prosperidad y ya tenemos tradición servida.

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