América: México
En un
país de fe tan intensa, las fiestas comienzan el día 16 de diciembre con una
dramatización de las penurias que pasaron San José y la Virgen María para
encontrar un lugar donde pasar la noche en su llegada a Belén. En esta
tradición, llamada“Posadas”, San José lleva a la Virgen de casa en casa,
montada en un burro, llamando a todas las puertas, donde por supuesto nadie les
abre. Cada noche, una familia se turna para celebrar la “Posada” en su casa.
Allí, se celebra una misa, se cena copiosamente, y después, los niños juegan a
la piñata.
África: Burkina Faso
En el
país Africano, la navidad es una fiesta que se celebra con mucha alegría y
fervor, independientemente de la religión que se profese. Incluso los
musulmanes, que también reconocen a Jesús como profeta, se unen a la
celebración cristiana, acudiendo a la misa de medianoche, y celebrando banquetes
con carnes y arroz. Al ser un país donde, afortunadamente o no, el consumismo
todavía no supone un problema mayor, la única compra especial que se hace en
estos días es un vestido o traje nuevo.
Asia: Japón
En el
país del sol naciente las navidades tienen poco o ningún significado religioso.
Aún así, e influidos por la cultura occidental, los japoneses no pierden la ocasión
para llenar sus calles de luces, abetos con bolas de colores, y hacerse regalos
entre ellos la mañana del 25, sobre todo para los más pequeños.
Oceanía: Australia
En las
antípodas de Europa celebran una navidad muy parecida a la anglosajona, con la
salvedad de que, para ellos, estas fechas es pleno verano, por lo que en lugar
de frío y nieve el escenario navideño está constituido por mucho sol, calor y
tablas de surf. Esto no supone ningún impedimento para que las familias tiren
la casa por la ventana y celebren un gran banquete la noche del 24, y los niños
esperen ilusionados la llegada de Santa Claus con sus regalos.
Europa: Rusia
En
Rusia, un país fundamentalmente laico u ortodoxo, la Nochebuena se celebra la
noche del 6 al 7 de enero, debido al uso del calendario Juliano. La cena está compuesta
por 12 platos, en representación de los 12 apóstoles, donde tienen especial
presencia el salmón ahumado y el caviar. Esa noche, los niños rusos no tendrán
regalos, ya que los recibieron el día de Año Nuevo de manos de Ded Moroz, el
Abuelo del Frío, que acompañado de su nieta va de casa en casa repartiendo
juguetes y matrioskas.