La conocida Profecía
de los papas proviene de unos manuscritos
atribuidos a Malaquías, obispo irlandés del siglo XII. En 1139 aseguró tener
una visión sobre 111 futuros pontífices, la cual convirtió en una serie de
consignas relacionadas con los sucesivos papas “hasta el fin de los tiempos”,
como dice la Enciclopedia Católica. Los creyentes en esta profecía
aseguran que todas sus predicciones se han cumplido, aunque la misma
enciclopedia pone en cuestión la autenticidad de los manuscritos, los cuales se
descubrieron 400 años después de que San Malaquías se lo entregara,
presuntamente, al papa Inocencio II.
Los enunciados estaban enumerados con títulos místicos
y los defensores de la veracidad de esta profecía encuentran ciertas
coincidencias, por ejemplo:
Juan Pablo I
se describió
como “de medietate lunae”, que significa “en el medio de la luna”. Los
intérpretes dice que esto predijo que el papado de Juan Pablo I comenzaría
durante la meda luna y duraría solamente un mes, tal y como sucedió. Su
sucesor, Juan Pablo II, es descrito por San Malaquías como “de
labore solis” o “del trabajo del sol”, supuestamente porque nació durante
un eclipse solar. Sobre Benedicto XVI, que anunció su renuncia en lunes,
se dice que fue el “gloria olivae” o “gloria del olivo”, hipotéticamente
por su nombre “Benedicto” fue tomado de San Benedicto, cuya orden monacal
utiliza una rama de olivo como símbolo.
¿Quién
vendrá ahora?
De acuerdo con la profecía, o con los que la
descodifican, el siguiente será el último de la historia. Del inminente
papa (que será elegido a finales de marzo) se dice que será Pedro de Roma,
y que liderará la Iglesia hacia la destrucción de la Ciudad Eterna (La Ciudad
de Dios) y el Juicio Final.
Benedicto, el penúltimo
El portal The work of God (La obra de Dios) sí que
sitúa a Benedicto XVI como el papa anterior al último. Reflejan las
“fascinantes” coincidencias que se dan entre los cuatro últimos. Junto con los
tres mencionados antes se encuentra Pablo VI, sumo pontífice desde 1963
hasta 1978: se le atribuye la reflexión Flos florum (flor de flores),
que coincide con que su escudo
de armas tiene tres flores de lis.
No sólo Malaquías predijo
El médico y autor de profecías Michel de Nôtre-Dame,
o más conocido como Nostradamus, también ha aparecido en estos días de
predicciones. Supuestamente, Nostradamus interpretó también la profecía de Malaquías
y pronosticó que el último papa, el que llevaría al fin del mundo, sería negro.
Buscando coincidencia podríamos volver a los papas que se barajan en las
quinielas de las casas de apuestas: de los tres cardenales más pronosticados,
dos son africanos. William Hill, la mayor de Gran Bretaña, ha anunciado
que ya tiene un favorito, Peter Turkson, cardenal Ghanés, es el que más
probabilidades estadísticas tiene de ser el próximo Papa.
Ninguna de estas interpretaciones proceden de la
Iglesia Católica, pero seguramente oiremos más sobre la Profecía de los
papas de manos de los creyentes en el fin del mundo si alguien se encarga
de hacer coincidir las consignas de San Malaquías con el nuevo papa
que se anuncie tras la fumata blanca.
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