Tras el Habemus Papam, el cardenal protodiácono Jean Louis Tauran
da a conocer el nombre del papa 266 de la Iglesia católica
con la fórmula qui sibi nomen imposuit (Que se ha impuesto el nombre
de...), tal y como lo hizo en su día el protodiácono de entonces, el cardenal
chileno Jorge Medina Estévez, el 19 de abril de 2005, cuando dio a conocer la
elección del papa Benedicto XVI.
Francisco I elegido por referencia a: Francisco de Asís (en italiano Francesco d’Assisi) santo italiano, que fue diácono, fundador de la Orden Franciscana y de una segunda orden conocida como Hermanas Clarisas, ambas surgidas bajo la autoridad de la Iglesia Católica en la Edad Media. De ser hijo de un rico comerciante de la ciudad en su juventud, pasó a vivir bajo la más estricta pobreza y observancia de los Evangelios. En Egipto, intentó infructuosamente la conversión de musulmanes al cristianismo. Su vida religiosa fue austera y simple, por lo que animaba a sus seguidores a hacerlo de igual manera.
Francisco I elegido por referencia a: Francisco de Asís (en italiano Francesco d’Assisi) santo italiano, que fue diácono, fundador de la Orden Franciscana y de una segunda orden conocida como Hermanas Clarisas, ambas surgidas bajo la autoridad de la Iglesia Católica en la Edad Media. De ser hijo de un rico comerciante de la ciudad en su juventud, pasó a vivir bajo la más estricta pobreza y observancia de los Evangelios. En Egipto, intentó infructuosamente la conversión de musulmanes al cristianismo. Su vida religiosa fue austera y simple, por lo que animaba a sus seguidores a hacerlo de igual manera.
Cada Papa puede escoger libremente un nombre para gobernar
la Iglesia católica: el de uno de sus antecesores, el de un santo de su devoción
o una versión latinizada de su propio nombre.
¿De dónde viene esa tradición?
Tradicionalmente, los papas mantenían su nombre de bautismo, pero en el año 996, Bruno de Carintia (996-999) renunció a su nombre al ser elegido papa y utilizó el de Gregorio V. Desde entonces, todos los papas han cambiado de nombre al inicio de su pontificado.
Cuando Joseph Ratzinger fue elegido por el cónclave en 2005, escogió el
nombre de Benedicto XVI en un acto de doble homenaje. En primer lugar, eligió a su antecesor el papa Benedicto XV,
que guió la Iglesia en un período difícil a causa de la I Guerra Mundial. Fue
considerado como un profeta de la paz, e hizo lo posible para evitar la guerra,
sin conseguirlo. Por otro lado, el nombre Benedicto evoca la figura del "Patriarca del
monaquismo occidental", San Benedetto da Norcia, patrón de Europa junto
con los santos Cirilo y Metodio.
Juan Pablo II (Karol Wojtyla), eligió el nombre de su
antecesor, Juan Pablo I, elegido en 1978 y primer Papa de la historia
que optó por un nombre doble, el de sus predecesores Juan XXIII y Pablo VI.
En el caso de Juan XXIII (Giuseppe Roncali), que fue Papa de 1959 a 1963, se
inclinó por los motivos personales y familiares y optó por el
nombre de su padre para gobernar la Iglesia, al que añadió el número ordinal
(XXIII).