Su fe es la católica: Parece obvio que, un guardia que va a proteger al Papa sea católico. Trabaja a diario en el corazón de la Curia Romana, constantemente se reúne con la gente que va en peregrinación a la tumba del Príncipe de los Apóstoles y participar en las celebraciones litúrgicas en el Vaticano.
Su estado civil es soltero. Al ingresar en al Guardia Suiza se
ha de ser soltero. Para poder casarse al menos ha de
tener 25 años, haber servido por lo menos durante tres años y un compromiso
de servir por lo menos otros tres años. Además han de tener al menos el grado
de cabo.
Poseedores de la ciudadanía suiza. La ciudadanía suiza es un
requisito imprescindible para el acceso al cuerpo. Esto se debe a que el Papa
Julio II decretó que debían ser suizos. El candidato debe estar integrado en
el cuerpo y debe querer mantener su carácter suizo. Por lo tanto, se espera
que el candidato tenga un afecto particular por Suiza
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Edad actual entre 19 y 30 años de edad. No se aceptan candidatos que han pasado treinta años. Sin embargo, bajo ciertas condiciones, es posible el regreso de los ex guardias.
Una estatura de 1,74 cm.
Haber cumplido una instrucción básica con el Ejército Suizo. Los reclutas deben pasar un servicio militar obligatorio de dos años en la Guardia Suiza, pero este período es demasiado corto para adquirir toda la formación necesaria, por lo que la Guardia exige una mayor experiencia militar que se puede adquirir del ejército suizo. Se usa siempre el mismo lenguaje militar que se utiliza en Suiza.
Poseer certificados de buena
conducta. Quien es responsable de la seguridad
del Papa, debe tener una reputación impecable, es decir, no tener antecedentes
penales de ninguna clase.
Poseedores de un título profesional
o grado de secundaria. La Guardia Suiza quiere buenos
candidatos, eficientes y preparados. A los primeros reclutas se les pide que
hayan cumplido un plan de estudios de al menos tres años, que se puede
complementar con otra extraordinaria formación profesional de dos años. Esto es
porque “la adquisición de una capacidad profesional es una buena indicación de
las cualidades”, como dice el reglamento.
Buena salud. Para que un recluta entre en la
Guardia Suiza Pontificia debe ser sometido a exámenes médicos en Suiza y luego
someterse a otro examen médico en Roma, muy riguroso y que, por supuesto,
incluye un examen psicológico. Sólo aquellos que están perfectamente sanos
puede ser un Guardia Suizo.
El entrenamiento que realizan, junto con la
disciplina, es muy riguroso. Van armados de alabarda
y estoque, aunque al prestar servicio añaden
armas modernas de infantería, pistola, ametralladoras y subfusiles y fusiles de asalto, además de explosivos con los que
realizan un alto entrenamiento profesional y táctico militar. Reciben lecciones
de autodefensa, así como instrucción básica en tácticas defensivas de
guardaespaldas similares a las utilizadas en la protección de muchos jefes de
Estado. Actualmente cada guardia suizo trae
oculto en su uniforme un pulverizador de gas lacrimógeno y a partir del grado
de sargento, una pistola y dos modernas granadas.
La duración mínima del
servicio en la Guardia Suiza es de 25 meses.