PARNASO, APOLO Y LAS MUSAS



El Parnaso es el monte donde habitaban las Musas. En el centro de la composición a Apolo con su lira y acompañado de Caliope y Erato presidiendo el coro de musas. Talia, Clio y Eutarpe aparecen detrás de Caliope mientras Polimnia, Melpómene, Perpsícore y Urania se colocan tras Erato. Dieciocho poetas acompañan a las musas y a Apolo, existiendo numerosos dudas sobre su identificación; estos poetas forman un semicírculo cerrado por las figuras de Píndaro y Safo junto a la ventana. La escena al aire libre recoge en cada una de las figuras su exacta expresión, narrando el maestro con sus pinceles como si de un escritor se tratara. El dinamismo de los personajes alcanza cotas extremas, manifestando numerosos escorzos que resaltan la monumentalidad de las figuras. El colorido es brillante y variado, creando una diversidad cromática de gran belleza. El equilibrio y la simetría vuelven a estar presentes en esta composición en sintonía con sus compañeras.

APOLO

El más glorioso y hermoso de de todos los dioses era Apolo, dios del sol, de las artes, en especial de la música y la poesía, y de la medicina. Era hijo de Zeus y de Leto, diosa de las noches oscuras. Hermano gemelo de Artemisa. La historia de su nacimiento, como la de Atenea, merece ser contada: La diosa Hera estaba celosa de que su esposo prefiriera a Leto, y para vengarse, envió a Leto a la Tierra, declarando que si alguien, mortal o inmortal, le ayudaba o mostraba lástima, sufriría de su furia. Perseguida por Hera, Leto llegó a orillas del mar, donde pidió ayuda a Poseidón, quien envió un delfín para llevarla a salvo a la isla flotante de Delos. Poseidón encadenó la isla al Mar Egeo, con lo cual quedó fija desde entonces. Y justo en ese lugar, Leto dio a luz a sus hijos, Apolo y Artemisa, divinidades del Sol y la Luna. Al poco tiempo de nacido, Apolo pidió arco y flechas, que fueron proporcionadas por Hefesto.

Apolo era considerado el más bello de todos los dioses. Como divinidad del Sol, salía de su palacio todas las mañanas y recorría el cielo de este a oeste en un carro de fuego tirado por cuatro caballos. Apolo heredó todas las cualidades de galán de su padre, Zeus, y se relacionó con multitud de ninfas. Como dios de la música, el arte y la poesía, se le considera el líder de las musas.