¿Sabías por qué decimos la procesión va por dentro para significar que alguien no exterioriza el pesar o la pena que siente en su interior?
O su inquietud, o su ira o cualquier sentimiento que no se refleja en su semblante, aparentando una traquilidad que no siente. La expresión hace referencia a la antigua costumbre de realizar las procesiones religiosas en el claustro del templo o bajo cubierto los días de lluvia. Los oficios no dejaban de realizarse, aunque se hacían de manera menos vistosa, sin la pompa habitual de las procesiones públicas. Aunque los cofrades mostraban la alegría propia de la celebración, en su fuero interno se sentían contrariados, pero no dejaban que esa tristeza se reflejara en su cara.

De Pascuas a Ramos

La expresión alude a la festividad de la Pascua de Resurrección, también conocida como Pascua florida, que tiene lugar una semana después del Domingo de Ramos. Por tanto, entre ambas festividades media un lapso de un año menos una semana. Es por ello por lo que se dice de pascuas a Ramos cuando un suceso acontece muy de vez en cuando. Por similares razones se dice el modismo de higos a brevas, ya que es sabido que la higuera de primero brevas y, acabadas éstas, después de un largo tiempo, los higos.