ENTIERRO DE LA SARDINA

Para los católicos este miércoles de ceniza es un día de ayuno y abstinencia donde se queman los ramos utilizados y bendecidos durante el domingo de Ramos para imponer las cenizas bendecidas sobre la frente de sus Fieles. Por otro lugar en un ambiente más festivo durante el Miércoles de Ceniza se realiza una ceremonia para dar el broche final al ajetreado Carnaval, a través del conocido entierro de la Sardina, donde en muchas localidades es tradición realizar una parodia de cortejo fúnebre donde el sentido de esta fiesta es enterrar el pasado quemando una figura representativa y conocida que simboliza el vicio y desenfreno transcurrido durante el año.

Hay dos versiones sobre el origen del “ENTIERRO DE LA SARDINA”:

La primera nos explica que la costumbre de enterrar la sardina nació hace tres siglos en Madrid durante las fiestas que se celebraban para anteceder a la Cuaresma. Tal día como hoy se reunía la gente en el campo y lo que se enterraba, en efecto y como reclama la lógica, no era un pez, sino un cerdo abierto en canal al que se llamaba “cerdina“. La tradición se fue extendiendo por otros pueblos y ciudades del el país, pero adoptaron la costumbre de oído, ya que confundiendo los términos, de modo que la cerdina acabó en sardina, y así, por la vía de la confusión lingüística, la sardina se ha convertido, sin lugar a dudas, en la protagonista del final de las fiestas de carnaval.

La otra versión de esta historia cuenta que el rey Carlos III quiso celebrar el final del Carnaval con el pueblo llano y ordenó traer sardinas para tal celebración. Fue un día muy caluroso, atípico para la época del año en la que se encontraban. Debido al calor, las sardinas se descompusieron y para alejar el olor que éstas desprendían la comitiva decidió enterrar el pescado en la Casa de Campo.