PINTURA: SAN JORGE Y LAS ROSAS

San Jorge luchando contra el dragón
Rubens
SAN JORGE
Está realizado en óleo sobre lienzo. Mide 157 cm de alto y 100 cm de ancho. Fue pintado hacia 1550-1560. En 1831 fue adquirido por la National Gallery de Londres, Reino Unido, donde se exhibe con el título de Saint George and the Dragon.
La batalla entre San Jorge y el Dragón simbolizaba la lucha entre el bien y el mal, con triunfo del primero.  Domina la composición la figura de la princesa en el primer plano. Mira hacia atrás, atrayendo con su mirada la del espectador hasta la figura de san Jorge que lucha con el dragón y el mar al fondo. 

Lo pintó en Italia, a donde se había trasladado con el ánimo de completar su formación artística. El episodio más conocido de San Jorge es el que, como aquí, rememora un legendario combate en el que el santo tuvo que medir sus fuerzas con un dragón para defender a una joven princesa, obteniendo finalmente la victoria. Se le representa habitualmente con espada y escudo, sobre un caballo blanco y con un fantástico dragón a sus pies. El santo vence a las fuerzas del mal, identificadas con el diablo (llamado "dragón" en el Apocalipsis), por los méritos de su fe. 

LAS ROSAS
La muerte de Adonis está relacionada con el color rojo de la rosa. Cuando Afrodita corrió a socorrer a Adonis en su trance mortal, se clavó una espina de rosa (que era una flor blanca), tiñendo las rosas (flores que se le consagran) con su sangre. Esta misma leyenda se atribuye a las anémonas.
Venus y Adonis
Tiziano

Museo del Prado de Madrid. La pintura ilustra uno de los episodios recogidos por Ovidio en sus famosas Metamorfosis. La obra ofrece una imagen de Venus parcialmente de espaldas, concebida por Tiziano para ser contemplada. Su principal singularidad radica en la actitud y postura de Venus: en lugar de una beldad pasiva que simplemente se deja seducir, aquí ella toma la iniciativa al intentar retener a Adonis. Además, la vemos de espaldas, con sus nalgas totalmente visibles. Esta parte de la anatomía femenina tenía en aquella época una gran connotación erótica.

Venus y Adonis
Veronés
Hacia 1580, Veronés pintó un cuadro con los mismos protagonistas, Venus y Adonis, también conservado en el Prado, en el que el momento elegido para la escena es anterior a aquel de Tiziano, ya que los amantes son plasmados en el momento en que Adonis duerme plácidamente en los brazos de Venus. Tiziano eligió el momento en que Adonis partía a la caza del jabalí que a la postre le mataría. Venus, conocedora del destino fatal, trata de impedir la marcha de su amado. Al morir Adonis, Venus crea una flor de su sangre, la anémona, muy bella, pero de breve vida, al igual que Adonis.


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