EL AGUA EN LA LITERATURA

Desde los orígenes de la literatura, el símbolo del agua se ha venido utilizando para representar diversos temas. Por ejemplo, la vida (cuando fluye), la muerte (aguas estancadas), la purificación, el alma, el paso de la vida, etc. Para ver ejemplos de esta compleja simbología pincha aquí.
Algunos autores de nuestra literatura que han utilizado dicho símbolo podrían ser:
Federico García Lorca, en obras como Yerma, donde la lluvia y la fuente representan la fecundidad; el agua corriente y la leche serían la esperanza que tiene la mujer de quedar embarazada. En La casa de Bernarda Alba, el pueblo no tiene ríos (igual a vida), pero sí pozos (oscuros símbolos de muerte). Se contrastan las referencias al agua estancada/envenenada de los pozos, con el agua limpia e infinita del mar (con el que se asocia María Josefa). O en Bodas de sangre, donde el río y el agua son el fluir de la vida. Aparece también el bautismo (regeneración) o,en el caso de las referencias de la criada, la pasión.
Antonio Machado: el río, uno de símbolos que más utiliza, suele simbolizar la vida. Esta sigue su curso, no cambia; aunque nos toque morir, la vida sigue. El mar puede ser “el recuerdo” de lo que se va dejando, los actos que se realizan. Para Machado, lo propio de la vida es que vamos a morir, pero mientras vivamos, tendremos que marcar nuestro camino, buscar nuestro propio rumbo. El río es la vida y el mar es la muerte, por tanto, nuestro último destino. Para expresar sus sentimientos sobre esas realidades y temas metafísicos, Machado recurre a estos símbolos relacionados con el agua (también la fuente, lugar de encuentro amoroso en la literatura por excelencia).
Jorge Manrique: véase la famosa copla número cinco de Coplas por la muerte de su padre.

Nuestras vidas son los ríos

que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
e consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.


Jorge Luis Borges: para ver su uso del agua como símbolo pincha aquí

Arte Poética
Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.
Sentir que la vigilia es otro sueño
que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche , que se llama sueño.
Ver en el día o en el año un símbolo
de los días del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los años
en una música, un rumor, y un símbolo,
ver en la muerte el sueño, en el ocaso
un triste oro, tal es la poesía
que es inmortal y pobre. La poesía
vuelve como la aurora y el ocaso.
A veces en las tardes una cara
nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara.
También es como el río interminable
que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
y es otro, como el río interminable.



Jorge Luis Borges