ETIMOLOGÍAS

Año bisiesto: dura 366 días, en vez de 365. Ese día se añade al final del mes más corto. Se fecha como 29 de febrero. El adjetivo deriva del latín bisextus (dos veces sexto), porque se contaba dos veces el sexto día anterior a las calendas: primer día de los meses romanos, que se dividían en tres partes: calendas, nonas e idus. Como para contar se incluían la cifras (en este caso el día) de referencia (el 1 de marzo), correspondía al 24 de febrero.
Desde hace 2.000 años, cuando Julio César creó el calendario que llamamos juliano, un año de cada cuatro es bisiesto, es decir febrero tiene 29 días en lugar de 28. Este día adicional se hizo necesario porque la duración del año astronómico, es decir, una vuelta completa de la Tierra en su órbita, no es de 365 días exactos, como el año calendario, sino de 365 días, 5 horas y 56 minutos.
Para introducir su novedad, el año bisiesto, Julio César intercaló un día entre el sexto y el quinto día antes de las calendas, o sea entre los días que hoy son el 23 y el 24 de febrero. Este día adicional fue llamado bis sextus dies ante calendas martias, o sea, "segundo día sexto antes de las calendas de marzo" y el año que contenía ese día se llamó por eso bissextus.

Cronología (del griego χρονο chronos, ‘tiempo’ y λογία logos, ‘estudio’) es la ciencia cuya finalidad es determinar los acontecimientos históricos; forma parte de la disciplina de la Historia. El cronógrafo (proviene del latín chronogrăphus, y éste del griego χρονογράφος, cuyo significa literal es que escribe el tiempo) es un reloj o aparato que sirve para registrar gráficamente el tiempo transcurrido durante un intervalo determinado. Los contadores pueden registrar con una precisión de centésimas de segundo, décimas de segundo, segundos, minutos y horas. La lectura de los resultados puede ser ofrecida de forma analógica o digital.

Reloj: viene del latín horologium, con el mismo significado, a su vez del griego ὡρολόγιον. Nombre de una constelación austral, situada entre las constelaciones de la Serpiente de Mar (Hydrus), el Retículo, la Dorada, el Buril y Erídano. Originalmente fue bautizada como el Reloj de Péndulo (Horologium Oscillitorium) por la invención de este reloj en 1657.

Reloj de agua o clepsidra: datan de la antigüedad egipcia (mrḫyt) y se usaban especialmente durante la noche, cuando los relojes de sol perdían su utilidad. Los primeros relojes de agua consistieron en una vasija cerámica que contenía agua hasta cierto nivel, con un orificio en la base de un tamaño adecuado para asegurar la salida del líquido a una velocidad determinada y, por lo tanto, en un tiempo prefijado. El recipiente disponía en su interior de varias marcas de tal manera que el nivel de agua indicaba los diferentes periodos, tanto diurnos como nocturnos. Los relojes de agua también se usaron por los atenienses para señalar el tiempo asignado a los oradores. Más tarde, fueron introducidos en los tribunales de Roma con el mismo fin; además, se usaban en las campañas militares para señalar las guardias nocturnas. El reloj de agua egipcio, más o menos modificado, siguió siendo el instrumento más eficiente para medir el tiempo durante muchos siglos.