La Adoración de los pastores. El Greco

La composición está desarrollada en espiral, creando un movimiento de ascensión. La distorsión extrema de los cuerpos caracteriza la Adoración de los Pastores como toda la obra tardía de El Greco. Los colores brillantes, «disonantes», y las formas y poses extrañas crean una sensación de maravilla y éxtasis, al celebrar los pastores y los ángeles el milagro del niño recién nacido.El Niño Jesús aparece envuelto en brillantez y blancura, lo que es un recurso tomado de los iconos, y parece emitir una luz que juega en los rostros de los pastores descalzos que se han reunido para rendir homenaje al nacimiento milagroso. Una energía rítmica anima la pintura, expresada en los movimientos de las figuras, como si bailasen. Fuertes contrastes entre la luz y las zonas oscuras realzan el sentido del drama. Este óleo sobre tela mide 320 centímetros de alto y 180 cm de ancho, y fue ejecutado entre 1612 y 1614. Se conserva en el Museo del Prado de MadridEspaña.

Desde el departamento de lengua te invitamos a que lo disfrutes de una manera especial:  maximizando la imagen pinchando aquí y de fondo escuchando la bellísima pieza Lux Aurumque, dirigida por Eric Whitacre basada en un poema de Edward Esch. Pincha para escuchar el audio.